Un clásico de la Salsa y “El Zarco” en icónica escena de ‘La Vendedora de Rosas’
Por: Sebastián Moreno
‘La Vendedora de Rosas’, fue una película dirigida por Víctor Gaviria que se estrenó en 1998. Además fue nominada a la ‘Palma de Oro’ en el Festival Internacional de Cannes, uno de los galardones más importantes del cine. Su impacto se debe al “retrato vivo” que hicieron de la agitada y violenta ciudad de Medellín en los 90’s.
Asimismo, es un film que se relaciona con la época decembrina al tener escenas que giran entorno de estas celebraciones. Por otra parte, la televisión colombiana, se ha encargado de volver “costumbre” programar esta película todos los años para diciembre.

La música en medio de la violencia
Sin embargo, se hace hincapié en una escena donde sale Norman, el popular “Zarco” (Giovanni Quiroz) bañándose, después de robarle un reloj a la protagonista Mónica Rodríguez (Lady Tabares). Aquí, se da cuenta que el artefacto robado no era resistente al agua y expresa una de las frases más icónicas de la película: “Yo sí soy una loca”.
Pero lo más llamativo de la escena para los amantes de la música y sobre todo de la Salsa. Teniendo en cuenta que la mayoría de las secuencias eran improvisadas por los actores que eran naturales. Fue la canción que murmuraba y cantaba “El Zarco” antes de darse cuenta de que el reloj se había dañado:
“Potente cual marejada fue su amor, la playa de mi cariño la arrasó”, esto es lo que canta Norman en la icónica escena, perteneciendo este verso al clásico de la Salsa, ‘Marejada Feliz’ de Roberto Roena y su Apollo Sound. Así, demostrando el buen gusto musical que tenía Giovanni, ¿Por qué esa canción?
Nunca sabremos la respuesta de la pregunta hecha en el párrafo anterior, lastimosamente en febrero del 2000, Quiroz fue asesinado a pocos meses de irse a estudiar actuación en España, becado por contactos de Víctor Gaviria. Este último habló del talento de Giovanni:
“Me di cuenta que en él había un artista, alguien de una consciencia, una esponja que absorbía todo lo que le pasaba alrededor con una capacidad enorme para expresar cómo había sido la vida de él de infancia y para expresar cosas que yo no podría expresar, que era su sufrimiento, las aventuras absurdas que le habían tocado vivir, los sufrimientos de un muchacho que representaba a tantos muchachos que están sin oficio, sin nada que hacer” (El Tiempo).
Un sabor amargo queda sin saber lo que habría podido lograr en el viejo continente, tal vez emulando a Ramiro Meneses, actor y cantante que se dio a conocer por su actuación en ‘Rodrigo D: No Futuro’ (1990). No obstante, nos queda su recuerdo y fenomenal papel de “El Zarco“, que enseñó la realidad de muchos jóvenes en Colombia.
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